¿COMO
CONSTRUIMOS LOS HEXAGRAMAS?
Tallos
de milenrama
Jing Fang
(77-37 a. C.), tras años de investigación del I
Ching y sus teorías, estableció una correspondencia entre las líneas de los
64 hexagramas con los ciclos del sistema sexagesimal, es decir que a cada línea
de cada hexagrama le asignó un valor expresado en un tronco celeste y una rama
terrestre. Posteriormente surgió una nueva forma de adivinación en la que la
interpretación del hexagrama se realizaba en función de los troncos celestes y
ramas terrestres de sus líneas, proceso al que se denominó «ensamblaje» del
hexagrama. Se utilizan 50 varillas de milenrama o aquilea, dejando una a parte
se van dividiendo de una manera determinada en grupos las demás. Es un sistema
que asegura el azar de los resultados, en el que sólo intervendrá la energía de
quien consulta sobre las varillas.
Monedas
Debido a que el método de las
varillas prolongaba el tiempo de la consulta, los tallos de milenrama fueron
remplazados por tres monedas, a cuyas caras se les otorga un número par y otro
impar. La suma de los números de cada tirada da una cifra, que si es par
representa una línea quebrada, y si es impar una línea entera, con las que
finalmente se dibujan los trigramas y los hexagramas. Posteriormente hubo
también practicantes del I Ching que adaptaron esta forma de consulta para
utilizarla con la interpretación original de hexagramas y líneas propia del
oráculo de Zhou.
Este sistema presenta un juego de
probabilidades más sencillo que con el método de los tallos de aquilea: hay
iguales probabilidades con las monedas de sacar líneas quebradas o enteras en
movimiento, cosa más complicada que con las ramas.
Con cada tirada de monedas se
consigue una línea quebrada o continua. Se deben apuntar de una en una de abajo
hacia arriba.
Trigramas
Tres líneas trazadas sobre papel
constituyen un trigrama. El trigrama tiene asociados toda una variedad de
significados, en la tabla se resumen los más usuales.
Cada
Trigrama también se llama gua. Los ocho trigramas juntos forman el bagua. Ellos
fueron ubicados de la siguiente manera, llamada Xian tian Bagua de acuerdo a
FUXI.
Debemos continuar con las hojas de
milenrama o tirando las monedas hasta conseguir dos trigramas, uno sobre otro.
Estos dos trigramas constituyen un hexagrama.
Hexagramas
Combinando los ochos trigramas básicos se forman los 64 hexagramas. Una vez se han obtenido los dos trigramas, se busca el número que resulta de la combinación de ambos en el orden correcto. La columna de la izquierda representa el primer trigrama, el de la parte inferior en el hexagrama; por otro lado la fila de arriba representa el segundo trigrama que en el hexagrama está situado en la parte superior (La formación de los trigramas y del hexagrama es desde abajo hacia arriba). Este número nos lleva al hexagrama concreto formado por ambos trigramas, y a partir del cual se obtendrá la interpretación de la respuesta del oráculo.- Se tiran tres monedas iguales simultáneamente, al azar.
- Se le asigna el valor de tres a la cara de cada moneda y de 2 al lado de la cruz. Se suma el valor de las monedas. Tres caras, por ejemplo, será 9.
- Se repite este procedimiento 6 veces,
colocando los resultados de abajo hacia arriba. Frente a los números
impares se traza una línea continua; frente a los números pares, una
línea partida. La figura resultante es un hexagrama.
- A las tres líneas de abajo del hexagrama se les llama “trigrama inferior”, y a las tres de arriba, “trigrama superior”. Usando la guía del cuadro de los hexagramas, se buscan los dos trigramas, y la intersección de las dos columnas determina el hexagrama resultante.
- Se lee el contenido del hexagrama correspondiente hasta la sección que empieza con el subtítulo “primera línea”. Se llama “líneas mutantes”, a aquellas líneas en las que todas las monedas han salido en la misma posición, es decir, si el resultado ha sido seis o nueve. Cuando al tirar las monedas han salido algunas líneas mutantes, éstas deben ser leídas. En el ejemplo habría que leer la primera línea, la tercera línea, la cuarta línea y la quinta línea.
- Luego se construye un nuevo hexagrama en el cual uno cambia las líneas mutantes por sus opuestos, de tal modo que las líneas partidas formadas por cada número seis se sustituyen por una línea continua, y las líneas continuas formadas por cada número nueve son sustituidas a su vez por líneas partidas. Las líneas formadas por los números ocho y siete permanecen iguales. Una vez formado el nuevo hexagrama, se lee sólo hasta donde empiezan las líneas mutantes.
El
I Ching sólo nos da algunas piezas del rompecabezas. Sólo nuestro ego quiere
darse el lujo de saber por adelantado, o sentirse seguro y tener respuestas
globales. El objetivo es “fluir”, estar satisfechos de no saber. No se supone
que tengamos que vivir la vida como si fueses un manuscrito ya redactado.
(Carol K. Anthony)
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